La técnica de “bajo cubierta”, consiste en decorar directamente sobre piezas bizcochadas. En este caso las piezas eran de pasta blanca cocida, comúnmente conocida como loza y para la decoración se utilizaron óxidos colorantes y engobes .
Los diseños de las piezas fueron de libre elección, donde se trabajo con pinceles y esponjas para realizar las distintas decoraciones.
Una vez cocidas las piezas y sacadas del horno, aparecen los colores en los trabajos realizados.
Una vez terminado los trabajos, se le aplicó una capa de esmalte transparente sobre la decoración quedando los diseños ocultos bajo una capa blanquecina, hasta el momento de introducir las piezas en el horno cerámico.
Una vez cocidas las piezas y sacadas del horno, aparecen los colores en los trabajos realizados.